Blog
Hoy quiero contar cual fue mi experiencia (una vez más) en una de esas carreras que llevamos esperando cada año: la Ruta de las Fortalezas. Una carrera organizada por la Armada Española y que edición tras edición, junta a cerca de 4000 personas entre corredores y marchadores con el objetivo de cruzar la meta pasando antes por todas las antiguas fortificaciones que custodiaban las costa y ciudad de Cartagena.
Para muchos se ha convertido en un prueba que deben de hacer alguna vez, en un objetivo para el cual se preparan durante todo el año y que es motivo de lucha, sacrificios y sobretodo alegrías. En mi caso, este año es la sexta edición en la que participo, de las 8 que se llevan celebrando, una de ellas la edición de la UltraFort con 111km y de la cual tengo un grato recuerdo. Aunque todas ellas han servido para una cosa, poner a prueba mi enfermedad, aprender de ella, controlarla y sobretodo disfrutar.
Para aquel que no conozca esta prueba, se trata de recorrer 53 km de caracter no competitivo y que une las diferentes baterías y fortificaciones de la ciudad de Cartagena como son:
- Castillo de los Moros
- Castillo de San Julian
- Monte Calvario
- Batería de Sierra Gorda
- Batería de Fajardo
- Castillo de Galeras
- Castillo de Atalaya